sábado, 30 de noviembre de 2019

HORROR VACUI



"Psicosis" ("Psycho", Alfred Hitchock, 1960)







He aquí mi tributo al vacío,
              al silencio,
                   el psicoanálisis
                         y los abrazos rotos.



Todo esto ya lo advertí (Osborne) en aquel lejano día nublado de neblinas y tormentas pasajeras sentadas en la fila 12 con equipaje de mano y bodega.


Fue el año del aliento del suicidio y de las amapolas rotas, miserables, marchitas... fue el verano de la magia negra y los axiomas de Confucio... fue el verano en el que me partí la esquina dorsal entre la ultraderecha y el mando a distancia de mi televisor...


Recuerdo los besos, la confusión, y el vaho empañando la realidad...


Recuerdo cuando la radio estatal anunció mi esquela... fue el mejor momento de mi muerte...

Recuerdo cada gota de sangre entregada en los análisis para que los doctores las pusieran a competir con sus cucaracha amaestradas.

Recuerdo los últimos pensamientos antes de que me pusieran el casco con los electrodos... estuvieron dedicados a mi madre y a Zidane, no recuerdo si en ese orden...

Esto es, y fue, todo lo que fui, el epitafio del desorden... un fotograma raído, un desorden alimenticio...

...negrura, fealdad y ojos vacíos de sus cuencas buscando una explicación a la nada, lanzando plegarias por un chaleco salvavidas que se agotó con los lanzallamas de la selva del Amazonas...


Este es el particular presidio de los poetas... no nos manden cartas, y si así fuera al menos mantengan el decoro y el buen gusto de enviarlas empapadas en LSD.


Por cierto, mi menisco se llama Manolo y quiere aprovechar la ocasión para saludarles a todo ustedes que nos leen desde sus casas con techo de trueno y almohadas de lepra... que con sangre entra.


Saludo de aguardiente e ideología... mi pobre menisco que se llama Manolo, va directamente a la cárcel sin pasar por salida y sin cobrar 20000


Esta es la auténtica magia y el milagro de toda extremaunción... que el vacío te devuelva la mirada.