“CADA SUSPIRO QUE VIVE ES UN SUSPIRO
QUE MUERE”
Arrastro en mí un paso caduco,
casposo, carpetovetónico,
¡qué conjunción de palabras, que
hermosura de sintaxis y que dolor de muelas...!
Cada paso mío arrastrado es una
alfombra de gérmenes de la España a la que pertenezco, estos pasos
míos, de borracho, confundido, bajo las luces de las farolas del
amedrentamiento...
Yo soy la España roja y facha,
católica y musulmana, yo soy la España integradora y
desintegradora... soy la única España que pervive en el recuerdo,
soy el 98 de Unamuno y Baroja y los Machado (¡siempre Manuel!), y las “hetairas y poetas hermanos somos” y esa decadencia hermosa de los pasos mancillados hasta el abismo...
Yo quiero ser esa España abierta en
pena por doquier... esa España de un suspiro dúctil y un
jeroglífico de sorpresas y dromedarios...
...una España de barbas y poetas, de
bohemia y cuchitrilles, de navajas y navajeros...
...una España que se inventaron los
soñadores, por ende los españoles, no una España inventada por los
estafadores...
...yo quiero ser la España que huele a
cafeína y a fieles orines en el callejón del Gato...
...porque yo quiero ser la España
construida después de estar construida... yo quiero ser la España
que me parieron mis antepasados locos... los que arrastraban en la
noche un paso caduco, casposo, carpetovetónico...