Hoy
hace un mes que partió el viejo, a ese viaje de no retorno que algún día todos
tendremos que emprender. Un mes que la historia de mi vida da un quiebro
definitivamente, porque, aunque las cosas estuvieran como estuvieran y uno ya
tiene una edad de vivir su vida, como se suele decir, es un suceso sin
solución. Ya no tengo padre. El hombre que estaba antes que yo, y sin cuya
existencia la mía jamás se hubiera producido. Y esto me hunde una vez más, me
asoma irremediablemente a lo que llamo mis “pensamientos del vértigo”. O sea
que esto iba en serio. Vives y te mueres.
El
recuerdo perdura, claro. Y cuando menos te lo esperas te viene una imagen, una
escena, incluso un aroma. El olor intenso de la espuma de afeitar de mi padre,
el olor de su ropa, de su habitación…
Y
recuerdo cuando sorprendía, según pasaba el tiempo cada vez más a menudo, a mi
padre sentado en la cocina que teníamos detrás del bar. Solo, callado y
pensativo. Intentaba en vano sacarle que consumía sus pensamientos pero él no
quería hablar. Sólo se sentaba y se dedicaba a pensar. Después se levantaba y
volvía a trabajar. ¿Estaba poseído también por los “pensamientos del vértigo”?
Puede ser. De alguna manera pienso que sí, que aunque no tuviera la cultura
suficiente para ponerle palabras a ciertas cosas y sensaciones mi padre era un
existencialista profundo, ahogado por el paso del tiempo y atado y amordazado
por la congoja que nos da el miedo a la propia vida. Y esto evidentemente no es
exclusivo de mi padre ni del tarado de su hijo, si no que es la propia
condición humana, la de hacernos preguntas sin respuesta. Tantos siglos de
humanidad, tanto arte y tanta cultura y seguimos sin poder respondernos a las
preguntas que ya se hacían los primeros hombres: ¿qué coño hago aquí?, ¿quién
soy?, ¿hacía donde me dirijo?, ¿qué me espera?... y la tormentosa cuestión que
tan excepcionalmente reflejó Ridley Scott en “Blade Runner” partiendo de
Phillip K.Dick: ¿cuánto tiempo me queda?
http://www.youtube.com/watch?v=GDf8O-SlYSQ
ResponderEliminarArcadio, seamos sirios.
ResponderEliminar