Como dicen en Milenio 3: "siempre hay alguien... al otro lado..." |
DE NIHILO NIHILUM
Como todos los lunes, comencé la semana acudiendo a la consulta del hijo de p..., quiero decir, de mi fiel consejero el Dr. Strangelove a explicarle mis extrañas cuítas y a gorronearle sus puros habanos.
-Buenas días doctor.
-Buenas días señor Kubrick, túmbese ahí, y obvie sus comentarios sobre quitarse la ropa, que ya somos mayorcitos.
-Doctor, ¡ay doctor!
-Diga, melón.
-He seguidos sus consejos al pie de la letra y además he tomado esas pastillas para caballo que me ha recetado, acompañadas de un vaso de whiskie y unas madalenas en el desayuno.
-Y bien, ¿ha logrado su objetivo?, ¿ha notado mejoría?
-¡No doctor!, escuche lo que sucedió, abra bien esas orejas llenas de cerumen que tiene, que por cierto, nunca se lo he dicho, pero es usted un guarro y le canta el sobaco. Esuche, escuche mi tragedia, maldito comecocos... todo iba bien hasta este sábado, cuando noté un intenso picor de niki, y decidí entrar en un bar a hacerme fuerte en la barra trasegando botellas, doctor, ¡vaya avería monté, doctor, vaya avería!
-Vaya al grano, repelotudo, tengo que ir a dar de comer a mis gorrinos, y además tienen una conversación más interesante que la suya.
-Pues... verá... el caso es que... no recuerdo nada de la noche...
-¿Y bien?
-El problema, doctor, fue al día siguiente, cuando fui a ducharme, y vi... ¡esto!-entonces me baje los pantalones y los calzoncillos de Mickey Mouse, me di la vuelta y puse el culo en pompa ante el rostro contrariado del doctor.
-¿Lo ve, doctor?
-Es un... tatuaje... con el nombre de...
-¡De ella!
-Realmente va usted de culo, ¿y no pudo hacérselo en otro sitio más discreto, hombre de Dios?
-No lo sé, doctor, no sé que sucedió... estoy atrapado, tan grande es mi amor, tanto, que no queda en mí el llanto, y ahora en mi mente siempre está... y no la puedo olvidar.
-Malditos raphaelistas... consuélese al menos pensando que en ese lugar de su cuerpo apenas lo verá, con lo que el tormento de su recuerdo no será tan grande.
-¡Ah doctor!, ¿sabe lo que le digo?, ¡qué esta clínica es una puta mierda!
-¡Ah sí!, ¿pues sabe lo que le digo?, ¡qué más puta mierda son los pacientes que vienen a ella!
-¡Ah!, ¡y encima querrá que le pague!
-¡Efectivamente!, 500 euros, 15 bolívares, y un par de sobres de cromos panini de la liga de fútbol 2009/10.
-¿Pues sabe que le digo doctor?, que le voy a pagar, ¡porque soy gilipollas!
-¡Ah sí!, ¿pues sabe qué le digo?, que no le voy a cobrar, ¡porque yo soy más gilipollas!
-No, ¡yo soy más gilipollas, soy más gilipollas que un camión cargado de gilipollas conducido por un gilipollas!
-¿Usted más gilipollas?, ¿usted más gilipollas?, ¿pues sabe que le digo?, ¡que yo soy más gilipollas que el Halcón Milenario lleno de gilipollas dirigiéndose a la Estrella de la Muerte llena de gilipollas!, ¿eh?, ¿qué le parece gilipollas?, ¡supere usted eso, pedazo de gilipollas!
Y así estuvimos discutiendo un buen rato sobre quien era más gilipollas, hasta que, efectivamente, el doctor fue a darle de comer a sus gochos.
Así da gusto comenzar la semana, con fuerzas renovadas.
http://www.fotolog.com/kidkubrick/37440413/
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