¿El nuevo look de Rajoy? |
“We got the neutron bomb!”, lo cantaban en el 78 los Weirdos, y recientemente un magnífico libro sobre el punk angelino editado en España por Munster ha llevado el mismo título para hablar de la explosión musical de la segunda mitad de los 70 en la famosa ciudad californiana. Pero las bombas están por todas partes, fabricándose en laboratorios caseros, oscuros garajes, locales desamparados o caserones abandonados. Mucha gente vive ignorante de la preparación de estos artefactos, ajenos a ello llevando sus rudimentarias vidas hasta que de repente, ¡bang!, se encuentran con uno estallándoles ante sus atónitas narices.
Déjenme
hablarles de cómo yo asistí al nacimiento de la preparación y fabricación de
una de estas armas chamuscadoras de cerebros adolescentes y corazones como
granadas de mano, que dirían los Zeros. A finales de Marzo de 2011 losconocidos neandertales toledanos Hollywood Sinners presentaban su nueva rodajade salvaje garage-punk crudo y sangrante en la madrileña sala El Sol, dando la
alternativa a un nuevo trío totalmente desconocido para muchos espectadores que
allí nos concentramos. Respondían al nombre de The Government, y en la apenas
media hora que debió durar su actuación sobre aquellas tablas tuve, en efecto,
la sensación de estar asistiendo al nacimiento de una bomba. De aquello hace ya
casi dos años, y la banda era como un proyecto, un esqueleto armamentístico que
pronto habría de recubrirse de músculo y el suficiente cuajo como para conseguir
convertirse en una de las realidades más excitantes para este 2013 que casi
estamos estrenando. Sentí algo parecido al estremecimiento que debió recorrer
el cuerpo de los primeros asistentes a las pruebas con bombas de neutrones en
los años 60 en el desierto de Nevada. Dos años después la banda ha sido capaz
de fabricar definitivamente la bomba en forma de un magnífico LP editado por
Folc Records bajo el título de “From off the streets of Madrid comes The
Government”. Para llegar a poder bombardearnos con este misil han partido
primeramente de su propia materia prima, su base musical, su calidad como
instrumentistas, la poderosa voz de Guillermo, su melomanía insaciable que les
hace consumir todo tipo de rock&roll por igual (soul, garage, punk,
r&b…) y su experiencia en otras aventuras, que si bien no les han procurado
éxito mediático si les convierten en perros viejos y conocedores de este
negocio en su escala más underground. A partir de ahí vino el trabajo, fabricar
la bomba. Más conciertos, ensayos, y componer canciones directas como puñetazos
dentro de una definida formula soul-punk pariendo un rock de combate para la
línea del frente de las primeras filas de los conciertos. Así será en la sala
Wurlitzer Ballroom el próximo 16 de Febrero donde presentarán su esperado
primer larga duración. Una colección de canciones plagadas de rabia exorcizada
a base de sudor y baile. Podrán comprobar que las comparaciones con MC5,
Dirtbombs, Bellrays o Money Suzuki no son gratuitas.
No estarán
solos en el bombardeo. Un par de pilotos suicidas les acompañarán en esa noche
de las melodías rotas. Responden al nombre de Islas Marshall y su filiación
corresponde a bandas tan inclasificables como La Moto de Fernan y Awesome
J’Haybers. Un par de dementes facturando un blues-punk pleno de dolor y
chatarra más sucio que el tubo de escape del coche de Steve McQueen en
“Bullit”. Puro aroma a neumáticos ardiendo.
“From the streets of Madrid comes The Government” será nuestra
particular bomba de neutrones nacional para el 2013. El mejor arma contra toda la ignominia
que nos rodea. Como invitaba Jorge Martínez en “Tiempos nuevos, tiempos
salvajes”: levántate y lucha. El ring será el Wurlitzer Ballroom, ese bunker que
resiste como último refugio de los nictálopes disolutos que aún corean
canciones puño en alto y practican el “air guitar” sin el menor atisbo de
pudor. Y la fecha, recuerden, el 16 de Febrero. Grábenla a fuego en sus
agendas, será un buen día para que reconozcan al único gobierno que en este
país puede presumir de la suficiente testiculina para tener la bomba de
neutrones.
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