jueves, 7 de febrero de 2013

BALDITOS MASTARDOS

Debido al éxito que pareció levantar nuestra última entrada dedicada a la figura de Quentin Tarantino y el estreno de su "Django desencadenado", y tal y como prometimos en dicha entrega, aquí ofrecemos el texto escrito en su momento tras un visionado de la que considero su obra maestra, "Malditos bastardos". Esta eyaculación se produjo el 27 de Diciembre de 2009, creo recordar que en una mañana de domingo recién llegado a casa después de una monumental farra, aquellos días en los que como decía Rimbaud "mi vida era un festín donde corrían todos los vinos". El estilo, por tanto, podríamos definirlo como altamente etílico, pero recuerden que sólo los borrachos y los niños dicen la verdad. Lo único que he corregido son las notables faltas de ortografía y palabras mal escritas del texto original debido a la torpeza psicomotriz de mi cerebro embotado por el alcohol y diversas sustancias en aquel momento. Por otro lado en gran medida las opiniones son similares a mi artículo escrito y publicado hace dos días, lo cual no sé si quiere significar coherencia, o más bien inmovilismo por mi parte. Lo dejo a juício del lector.  


¿Alguien quiere un buen afeitado a navaja?


"MALDITOS BASTARDOS", EL "COPY PASTE" DE TARANTINO, CRISTOPH WALTZ, BRAD PITT (YE DIOS) Y DEMÁS CONSIDERACIONES...

Pues heme aquí totalmente desarbolado. Yo que pensaba que le había pillado el rollo a Tarantino, que podía decir tranquilamente que era un director sobrevalorado (como si la experiencia no me dijese que cuando se dice eso de un director es porque realmente está infravalorado, ¿verdad John Huston?), que era un maestro del copia y pega, un cinéfilo entusiasta con cierto sello propio, pero cuya cinefilia le traicionaba consciente o inconscientemente para que calcase plano por plano películas que había devorado en su video-club... y heme aquí que teniendo esa imagen de Tarantino, y viendo la temática de la que trataba esta cinta pensaba que sería una saludable y vitalista cinta sobre malditos, perdedores, outsiders, simpáticos rufianes... otros "12 del patíbulo", o "Violentos de Kelly", o incluso, ¿por qué no?, si se trata de hablar de personajes malditos y de directores que mejor han puesto el foco en los anti-héroes en los leales soldados del James Coburn de "La cruz de hierro"... bueno, en parte, mucho de eso hay... pero la primera cuestión que te desmorona y que hace tambalear tu argumento es que ni por asomo esta es una película bélica, jamás de los jamases podrá ser considerada dentro de las películas sobre la II Guerra Mundial (demasiada ucronía... un saludo a Tomás Moro si me lee, no, no me lee, si me leyese sería la mayor ucronía posible de hecho)... la segunda cuestión que te noquea, es que por mucho que he leído en foros, críticas, etc, etc... por mucho que he hablado con gente, no reconocen en esta película ningún, digamos, "plagio" u "homenaje encubierto" o por seguir tirando de eufemismos, ningún "guiño cinéfilo"...

Lo que queda es una magnífica cinta, bien rodada, bien narrada, y por encima de todo, la demostración de algo para quien nadie debería tener duda... estamos hablando de un extraordinario director de actores... posiblemente para los intérpretes sea una bendición trabajar con un tipo como Tarantino, tan entusiasmado en, digamos, el "texto", es decir, los diálogos, una de las mayores materias primas sobre las que se ha basado el cine a lo largo de su historia, a menos de que seas un cabeza hueca lobotomizado capaz de perder el tiempo viendo los bodrios de Peter Greeneway y demás cuentistas de esa ralea... los diálogos son lo que han hecho que la gente siga recordando "El sueño eterno", "Casablanca", etc, etc... o si ya eres un friki perdido (y Tarantino me daría la razón), "Operación Dragón": "has ultrajado a mi familia y has profanado un templo Shao-Lin"

Tarantino demostró ya su destreza desde "Reservoir Dogs" (este sí, ejercicio de cinefilia, que primeramente se encargaron, con acierto, de decir, que bebía del "Atraco perfecto" de Kubrick, con esos personajes malditos (siempre los malditos), perdedores innatos a los que el destino siempre les guardará "cartas en la manga", que dirían 091... para después con el tiempo saber que este "maldito" caradura había plagiado a un tal Ringo Lam y una cinta llamada "City of fire" que posiblemente vería cualquier madrugada después de trabajar), pero había ya desde el principio en Tarantino esa destreza por saber manejar los espacios cerrados, las tensiones, las situaciones extremas... eso, por mucho que seas un "copión" (que lo es), requiere mucho talento, y Tarantino lo tiene. Ese manejo de los espacios cerrados, a la manera de un director teatral, eso es lo que le convierte en un gran director de actores (y actrices, porque es justo además reconocer que ha sido capaz de escribir los mejores personajes femeninos en los últimos tiempos del cine norteamericano)... su cinefilia le ha llegado a recuperar a iconos de la blackxplotation como Pam Grier, estrellas televisivas como Robert Foster o David Carradine (¿qué es la televisión, la mal llamada "caja tonta" si no un pequeño cine que instalamos en el salón de nuestros hogares?), o relanzar carreras que sólo necesitaban un empujoncito como la de John Travolta... también ha apostado decisivamente por actores desconocidos para el gran público, Tim Roth, Steve Buscemi, o Samuel J. Jackson le deben mucho, por no decir todo, a que Tarantino le diese esos fantásticos papeles con esos extraordinarios diálogos y textos, en definitiva, Tarantino es una bendición para cualquier actor...   


"Reservoir Dogs", claro ejemplo de como una película puede funcionar gracias al "boca a oreja".



Incido tanto sobre los actores porque hablando de "Malditos bastardos" me parece que es la gran baza y que está manejada con una tremenda maestría... me apena, es más, me irrita, que no se reconozcan ciertas actuaciones... permítanme que me detenga en el soberbio trabajo de Daniel Brühl, tan sencillo, tan austero, que es de esas interpretaciones que al gran público no le acaban de llegar (de hecho, y si nos ceñimos a esta cinta, todo el mundo recuerda sobre todo el trabajo, estupendamente realizado por otro lado, de Cristoph Waltz, con lo cual acabamos concluyendo en que el público, y los críticos y jurados de galardones también y por desgracia, prefieren el trabajo, digamos, "visible", el histrión, el exceso, la gestualidad... desgraciadamente las actuaciones "contenidas" siguen sin tener el reconocimiento que debieran, ¡como si fuera fácil!, por mucho que el mismísimo Cary Grant dijese hace varias décadas que lo difícil de verdad en el cine era abrir una puerta y decir "¿alguien viene a echarse una partida de tenis?", esto sigue siendo una asignatura pendiente de la crítica cinematográfica, que sigue prefiriendo las actuaciones exageradas, los gestos histriónicos y las muecas ridículas a la "normalidad", a interpretar al vecino del quinto, para que nos entendamos (sí, ese que tan bien interpretaba Jack Lemmon en Estados Unidos, o José Luis López Vazquez en España cuando se lo dejaban demostrar)... a lo que iba con el joven Daniel Brühl, ese patetismo romántico, ese rol de perrito faldero enamorado, que a pesar de ser todo un héroe de guerra es en realidad un patán cuando se enfrenta a una batalla mucho más cruenta como es lidiar con la mujer de la que se ha enamorado (no nos engañemos... ustedes si son hombres me entenderán, a ninguno de nosotros le importaría lo más mínimo que le reventasen su pecho a balazos, si no fuera por el Madrid-Barça de esta tarde en Vistalegre que no me quiero perder, claro... pero, ser derrotado en el campo de guerra del amor por una mujer a la que amas, eso duele más que tener cien mil balazos en el culo)... la escena de Brühl subiendo a la sala de proyectores a hacerse el gracioso con Shossana es, sencillamente tan patética, tan de pringado, tan de pacón, que a mí, al menos a mí, eso si que me parece cine en estado puro, no un tipo que dice que es caníbal y saca la lengua a la cámara... no... a mí lo que me da miedo de verdad es que un tipo que ha matado a 300 soldados enemigos sea tan patético, de puro inocente y cándido que es, a la hora de enfrentarse a una mujer... un tipo que ha sido capaz de sobrevivir a una emboscada enemiga y que ha sacado cojones y agallas de donde no las había, en realidad tiene temblor de piernas cuando habla con una mujer hermosa... eso si que me da miedo... y por eso vuelvo a decir que Tarantino es quien mejor ha sabido colocar a la mujer en el cine en los últimos tiempos... la réplica a Brühl, Shossana, la adictivamente lánguida y hermosa Mélanie Laurent está sublime, una mujer capaz de aguantar esos primeros planos, esa actuación contenida en todo momento (un momento magistral, comiendo con el nazi Landa... para luego el director dejarnos ver como desmorona toda esa tensión en el momento que se queda sola), pero esa frialdad, esa indiferencia... esa gelidez... eso, al menos a mí, es lo que me gusta en el cine, eso es Greta Garbo... no un papagayo presa de un manojo de nervios... sencillamente magistral, otra grandísima actuación, y otra grandísima demostración de lo gran director de actores que es Tarantino y lo bien que sabe utilizar los primeros planos e, irremediablemente, dejarnos atrapados en la mente del personaje en cuestión... no obstante creo que su interpretación decae precisamente cuando nos la presentan hacia el final de la cinta como un ángel exterminador judío, riendo grotescamente ante los focos... pero ya les digo, es una cuestión de gustos, no soporto ningún tipo de histrionismo ante la cámara... pero en general, su trabajo, como el de prácticamente todo el reparto de esta cinta que es un ejemplo de dirección de actores y de buen trabajo por parte de ellos, es sobresaliente y estoy seguro que así será recordado en el futuro, cuando se vea esta película libre de "tarantinismo" y se reconozca que, "cortas y pegas" o modas aparte, estamos ante un hombre que maneja su ofició con maestría.


Efectivamente, el amor es un campo minado.

Y para finalizar, y sobre el trabajo actoral, que insisto, es lo que más me ha impresionado de esta película, dejo el grandísimo contraste entre el, presuntamente, o al menos para público y crítica y galardones varios (me niego a valorar una película en relación a Cannes, globos de oro, oscars y demás filfa, pero me sirve para apuntar nuevamente lo equivocada que está la crítica cuando juzga a los actores), Cristoph Waltz, un actor brutal, de raza, desconocido para el público, al que le llega este éxito tardío gracias al buen ojo de este magnífico director de actores que es Tarantino, y lo que para muchos no será más que una estrellita hollywoodense, un guaperas más al uso, que es Brad Pitt, pero que (la verdad es que a mí siempre me pareció un buen actor, pero ya sabemos lo que pasa con los actores, ejem, guapos, es como Kobe Bryant, es tan bueno en ataque que nadie se fija lo bueno que es también en defensa) creo que hace un trabajo colosal, una magnífica interpretación de lo que llamaría (no despectivamente) un "ganso yanki", o usando términos más universales, y algo que yo uso mucho, y que no tengo ni idea de donde viene (ni a donde va, ya puestos), imagino que vendrá de la Grecia clásica o de cualquier cultura de este tipo, lo que yo llamo el "noble bruto", que es en definitiva el personaje que siempre me he encantado en el cine, aquí llevado hasta el paroxismo y la exageración (al fin y al cabo estamos hablando de una película de un amante del exceso, por desgracia... la mesura, siempre la mesura, ¡ay dónde estará!, se acabaría con George Roy Hill y Paul Newman posiblemente), al que es difícil encontrarle el corazón, y ni falta que hace que para eso es una peli de Tarantino... al "noble bruto", que es bruto como un arado, en el fondo siempre se le acaban encontrando los buenos sentimientos, yo a Brad Pitt en esta película no se los encuentro, si me cae simpático es sin duda porque me mola, y aplaudo, su anti-nazismo exacerbado, entre un nazi bruto y un anti-nazi bruto, siempre me quedaré con el segundo... y por supuesto, es el auténtico anti-héroe, el auténtico "maldito", el verdadero outsider, incluso partiendo desde el hecho de que siendo un militar yanqui no es un "vaquero", si no que es un auténtico admirador de la fiereza y las tácticas de guerra de los apaches (vamos, los que eran los "malos" en las pelis de Hollywood de toda la vida)... tan maldito, tan outsider, tan perdedor, que sabemos que no tendrá absolutamente ningún sitio en la sociedad una vez que se reincorpore y acabe la guerra... su único sitio es la batalla, tener un enemigo, y matar, para no darse cuenta de que tiene que vivir... eso le torna en un auténtico personaje peckimpahiano, que posiblemente haya sido el mejor director que haya sabido tratar la figura del "maldito"... el James Coburn de "La cruz de hierro", o yendo más allá, y en esto si que era grande Peckimpah, tanto el William Holden de "Grupo salvaje" como el Kris Kristofferson de "Pat Garrett and Billy the Kid", y tanto el Robert Ryan de "Grupo salvaje" como el James Coburn de "Pat Garrett and Billy the Kid", es decir, las dos caras de la misma moneda, los dos reversos tenebrosos del malditismo... en "Grupo salvaje" William Holden es el "maldito" porque así lo ha decidido. Vivir al margen de la ley, y al margen de una sociedad y unas normas en las que no cree y en un mundo que no le gusta como evoluciona... Robert Ryan es el "maldito" porque persigue incesantemente a William Holden, a su antiguo amigo, con quien compartió ese tipo de vida... ¿lo persigue porque es su obligación o porque realmente echa de menos a ese "grupo salvaje" y le gustaría estar con ellos?... en "Pat Garrett..." Kris Kristofferson es también el maldito porque así lo ha escogido, y James Coburn le persigue por las mismas motivaciones, ¿por qué es un agente de la ley, o porque realmente necesita a Billy el Niño?, tanto Ryan en "Grupo salvaje" como Coburn en "Pat Garrett..." han estado "al otro lado" de la ley, de la sociedad, de las normas, ¿han hecho bien en pasarse al "lado bueno"?, su vida en estas películas es un constante rencor hacía ellos mismos, se han convertido en "malditos" para ellos mismos por plegarse al lado "correcto"... nadie supo plasmar mejor el malditismo extremo que Peckinpah en estas películas... aunque películas de perdedores y malditos hay muchas, muchísimas, y casi todas brutales ("El hombre del brazo de oro", "El buscavidas", "El rey del juego", "Fat City"...)  




"El fracaso es la más resplandeciente victoria" (Leopoldo María Panero)


Nos hemos desviado un poco del tema, pero... ¡es que estábamos hablando de malditos!

¡MALDITA SEA!



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