viernes, 24 de mayo de 2013

AMOR DE MADRE





Hoy cumple la Lola 73 años. Ya les he hablado en alguna ocasión por aquí de ella. Los cumple a casi 400 kms de distancia de este humilde bandarra escribano que no puede ni abrazarla ni colmarla de besos, de 73 millones de besos que le daría. Ni siquiera un retrato digital que tan de moda están para felicitarla por alguna red social tengo a mano, tan sólo el teléfono y las palabras. Palabras que nunca leerá. Qué sabe ella de estas cosas del internet, la tecnología, y los ordenadores, cuando su vida fue siempre trabajar de sol a sol, y sin quejarse nunca. Y pienso lo privilegiado que soy de poder trabajar simplemente 40 horas a la semana y tener dos días libres. Lola nunca tuvo eso. Y tanto trabajar, Lola, para que ahora nos digan que no hay dinero, que no hay dinero para tu jubilación, ni para tus medicinas, ni para atender a tu marido dependiente. Que no hay dinero mientras se desvían cada año decenas de miles de millones de euros. Mientras ni un corrupto da con sus malditos huesos de ponzoña en la cárcel. Mientras los políticos y ex –políticos se emplean y pluriemplean, y emplean y puriemplean a familiares y amigos, como si descendiesen todos ellos del árbol genealógico del apellido Corleone. Mientras se rescatan bancos pero se cierran hospitales. Mientras se venden más Rolls Royce que nunca.  

Nos hemos acostumbrado a ser felices con tan poco, Lola, que se creen que aún pueden desangrarnos más. Porque no nos quejamos. Porque somos resignados. Porque la piedad cristiana que te inculcaron desde niña hace que le des gracias a la vida por lo bueno y por lo malo. Y es verdad, Lola, que somos felices con poco. Y es verdad que ellos son tan ricos que sólo tienen dinero. Pero cada vez que pienso en ti y pienso en ellos sé de que lado estoy, y de que lado quiero que esté el mundo en el que quiero vivir, y en el que debieran vivir los que vengan después de nosotros, cuando ya no estemos aquí y nuestras vidas hayan sido unas míseras gotas en un océano infinito de almas y sólo existamos en el recuerdo de quienes hemos querido.  

Sé que no te amargo el cumpleaños, Lola, porque sé que no leerás esto. Dios te guarde muchos años y que yo pueda disfrutar de la persona más sabia y fuerte que nunca he conocido. Nunca fue fácil soltarse de tu mano, por eso nunca dejé de hacerlo.   






“AMOR DE MADRE” GABINETE CALIGARI 

Cuando era enano me tomó
La mano y me la besó
Mi madre me enseñó
Primero a caminar
Solo, solito andarás
Y me hacia comer
Mirando un ascensor
Que había en el patio interior
Y a querernos los dos
Mi madre me enseñó

A no llorar en el colegio
Cuando ella no podía estar
A distinguir entre el aprecio
Que las personas me pudieran dar.

Mi madrecita me enseñó
A ver la vida como un señor
Y la cara de Dios
Mi madre me enseñó

Es amor de madre que me dio
Su estilo, su clase, su voz
Me decía que no
Te enamores jamás
De alguien que te pueda fallar
Y llevaba razón
Mi madre me enseñó

A resguardarme de la lluvia
Con un paraguas de verdad
A soportar todas las puyas
Que los malajes me quisieran dar.

Cuando era enano me otorgó
Su amor de madre, su corazón
Mi madre me enseño
A cantar con emoción
A no temer la maldición
Ni la cara de Dios
Ni la cara de Dios
Mi madre me enseñó

A querernos los dos. 

4 comentarios:

  1. Nada, por Dios... aquí tiene usted su casa...

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  2. yo echo de menos a la mía. Cada día. Era la persona que mejor me entendía, ya sabes, no tenía ni que hablarme para saber que me pasaba ... en fín. Que disfrutes de tu madre muchos años.

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  3. Gracias Marcos... lamento que la tuya no esté presente ya físicamente... la verdad es que con los años uno siente más la necesidad de disfrutar de esa persona cuando ya está en su vejez... lástima de distancia...

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