Alejandro
Balantino (1879-1961) es un nombre totalmente desconocido dentro de las letras
españolas. Apenas dejó constancia de su querencia para al arte literario más
allá de algunos escritos de juventud. Se sabe que era lector de Jules Laforgue
y que frecuentaba los círculos intelectuales del Madrid de principios de la
pasada centuria. Desalentado por la falta de entusiasmo que provocaron sus
textos entre sus allegados, decidió encaminar sus esfuerzos hacía el mundo de
la promoción de espectáculos, donde llegó a ser uno de los más destacados
empresarios de variedades durante las primeras décadas del siglo XX. El poema
de verso libre y libérrimo aquí rescatado pertenece a la recopilación
“Bastardos bajo un sortilegio maldito”, editado por Quebrantos esta misma
Primavera.
“TIRANÍA
Y CONSUELO”
Yo
seré de tus labios indómito trapecista
Malabarista
en tus pezones azotados por el vértigo
Jugador
de ajedrez de enroque infinito que entre la multitud calma su fatiga buceando
en el peligro de tus ojos.
Soy
el mago de risueño Abradacabra
Y
el pellizco en la locura de tus nalgas.
Imaginé
un viaje a la luna y me dijiste lunático,
Te
mostré el mundo a través de un catalejo y me llamaste miope.
Y
así figuré formas y teñí melodías,
Todas
rechazadas
Ni
siquiera erecto mi sable mereció tu mirada.
Diosa
de los desplantes
Y
musa de las muñecas ensangrentadas
No
hay suficiente pólvora en el mundo para saciar tu arrebato.
(Alejandro
Balantino, Madrid, 1907)
No hay comentarios:
Publicar un comentario