miércoles, 22 de abril de 2020

DIARIO DEL CORONAVIRUS (XXVIII): DEJAD QUE LOS NIÑOS SE ALEJEN DE MÍ











Bien está lo que bien acaba, cierto. Aunque por el camino se asista a un espectáculo tan poco aconsejable ahora mismo como el protagonizado ayer por nuestro gobierno respecto a las nuevas medidas de confinamiento y en concreto a la posibilidad de que los niños, hasta 14 años en este caso, puedan salir a la calle, ese que debería ser nuestro hábitat natural a ciertas edades. A la calle, a vivir aventuras y no tanto darle a la Play, hombre. 


Quizás Pedro Sánchez quiere seguir la mejor tradición del PSOE de Felipe González, aquel que fuera un gobierno corrupto y practicante de terrorismo de estado y ahora delirantemente ensalzado por la derecha, centro, liberalismo, o que se yo (llamémosle “centrodecha”, como dice el ínclito José María Aznar, cuando atropella sus palabras con inusitada velocidad salpicada de tocino) Incluso los simpáticos carcas de VOX han llegado a proponer que el siniestro González (sí, sí, el de Filesa y los GAL) forme un triunvirato de poder con Aznar, que por algo es el otro gran “macho alfa” de la, ejem, democracia española, y con Rosa Díez como una especie de jarrón chino, un elemento decorativo que no aporta nada pero que da como lustre a la casa (¡uy Santi, pero que monísima os ha quedado esa pieza de liberalismo “art decó” que habéis puesto en el recibidor, como se nota que tenéis a Rocío encargada de la decoración de la democracia española!) Lo cierto es que la torpeza en cuanto a comunicación con socios de gobierno y oposición (y lo peor, con los ciudadanos españoles) parece que no puede llegar más lejos. Y es que mientras escuchábamos con estupor a la portavoz María Jesús Montero decir que el anunciado desconfinamiento infantil iba a consistir simplemente en acompañar a sus mayores a las únicas salidas permitidas (permitidas, que no aconsejables), básicamente comprar productos de primera necesidad, las redes sociales estallaban ante el disparate y los socios de izquierdas del gobierno (si alguien piensa todavía que el PSOE es un partido de izquierdas le invito a debatirlo con Napoleón en el cotolengo de turno) obligaban a la rectificación con Pablo Iglesias mediando ante el ministro de sanidad Salvador Illa. O sea que cuando este lunes estén disfrutando de ese largamente esperado paseo por el parque bajo este sol primaveral recuerden que ha sido gracias a los pérfidos comunisssssstas de Podemos, y no al felón socialista Pedro Sánchez. Les recomiendo, eso sí, que lleven a sus niños ataviados con un chándal estilo Nicolas Maduro último modelo. Para los padres un caqui militar a lo Hugo Chávez combinaría a la perfección a la hora de afrontar el bucólico paseo. 


Ciertamente bien está lo que bien acaba y bienvenidas sean las rectificaciones. Pero bienvenido sea sobre todo sea un gobierno obligado a rectificar y que no se pueda permitir el habitual “ordeno y mando” bajo el que hemos vivido durante tantos los españoles con gobiernos de PSOE y PP recortando derechos y libertades según conveniencia, y padeciendo desde “corcuerazos” hasta leyes mordaza. De aquellos lodos de la Ley Orgánica de Protección de la Seguridad Ciudadana de 2015 vienen estos barros represores de ahora que tanto preocupan ahora a la ciudadanía, especialmente a quienes se quejan de que no les dejan quejarse.






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