jueves, 30 de abril de 2020

DIARIO DEL CORONAVIRUS (XXXII): CUMPLEAÑOS CONFINADO








En este periodo de confinamiento que ya va camino de los dos meses a uno le pueden pasar muchas cosas, cambiar de trabajo, casarse, ser padre, convertirse en mutante, o en mi caso algo no tan trascendente como cumplir años. Echaba cuentas mentales esperanzado de que quizás pudiese celebrarlo aunque fuera con unos pocos amigos o unas cañas, luego me fui consolando con que al menos pudiera celebrarlo echando una carrera, como atleta aficionado que soy, ¡casi!, finalmente nada de nada y el 28 de Abril me ha pillado confinado, pero como dicen los modernos “ni tan mal”.



Para empezar he de ser sincero, cayendo en martes poco hubiera celebrado igualmente. Incluso pidiéndome el día libre tampoco hubiera podido disponer de una de las cosas que más gusta uno de disfrutar en tal fecha: la compañía de los amigos. Por tanto hubiera tenido que irme al sábado anterior o al posterior. Finalmente he optado por lo segundo (y así además podré empezar la jornada como más me gusta, corriendo… y posteriormente siendo demonizado como intuyo lo vamos a ser todos los corredores este sábado, verán), después me prepararé un pulpo de dos kilos y medio (el único que quedaba en el mercado) para que nos demos un homenaje mi señora y yo, descorcharé una botella de mencía, pondré unos discos en a girar en el plato y buscaré alguna peli levantadora de ánimo en estas plataformas de las que disponemos ahora, a falta de que no podré hacer otra de las cosas que más me gusta en la vida sea cumpleaños o no que es ir al cine y en especial a la Filmoteca Española en nuestro querido cine Doré. Lo dicho: ni tan mal.



Dicen que a quienes nos ha tocado el cumpleaños en el confinamiento, que somos muchos (y ya llevamos unos días con lo que yo llamo el “chorreo de tauros”) no lo vamos a olvidar por la particularidad de la situación. No lo dudo. Aunque yo suelo recordar todos mis cumpleaños, y precisamente este es el año en el que quizás menos me he dedicado a mí mismo, ya saben, a la típica introspección y reflexiones propias del ser consciente del paso del tiempo y añadir un número más a la cuenta. Y es que sinceramente, no estamos ahora mismo para mirarnos en el ombligo.




Happy birthday to me, anyway!  




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